La victoria, más allá de lo que rodea a un derby de estas características, quedará en la memoria de jugadores y aficionados como un ejemplo de trabajo y concentración ante un partido que a 11 minutos del final estaba prácticamente perdido. La grada sufrió con los jugadores, hizo ruido, animó y finalmente estalló en júbilo con el pitido final: lo imposible se había conseguido.
Los equipos comenzaron distraídos y sin las ideas claras, temerosos de llevar la voz cantante del partido. Los locales perdieron muchos balones, algo que el Aluminios no supo aprovechar debido a las malas decisiones de tiro. Poco a poco los jugadores fueron asentándose y los puntos comenzaron a subir al luminoso. El Hiercor-Goierri hizo más méritos y lideró el marcador durante este primer cuarto con ventajas de 3 a 6 puntos.
Las diferencias no eran excesivas, lo que daba cierto margen al equipo amarillo para poder remontar. Sin embargo las esperanzas se desvanecieron durante el segundo cuarto cuando tuvieron que enfrentarse a la mejor versión del Hiercor-Goierri: defensa infranqueable, robos de balón, acierto desde la linea de tres... todo un recital ante el que el Aluminios Francisco Alberdi no pudo hacer nada. Los jugadores amarillos no supieron como responder y simplemente se dejaron llevar hasta que el árbitro pitó el final de la primera parte: 39 - 24.
Con los ánimos por los suelos, el equipo escuchó las indicaciones de De La Iglesia y salió al campo poco convencido de sus posibilidades. Las diferencias pudieron reducirse mínimamente pero el Hiercor-Goierri, que durante el descanso perdió a 2 jugadores por su convocatoria con el Verkol-Goierri, siguió demostrando que era el mejor equipo sobre la cancha con varios triples y alguna que otra jugada que se aprovechaba de la ingenuidad del Aluminios. El colegiado tuvo que lidiar con varias situaciones de tensión entre jugadores de ambos equipos, algo que desconcertó aún más a los amarillos e hizo que las distancia creciera hasta los 16 puntos. Y cuando todo parecía sentenciado, un tiempo muerto de De La Iglesia dio comienzo a la revolución en el Aldiri...
No sabemos de qué se habló en el banquillo gaintxuarra, pero los jugadores salieron a por todas en lo poco que quedaba de tercer cuarto, reduciendo la diferencia hasta un esperanzador 54 - 57. Espectacular. El último cuarto dio comienzo con un Aluminios convencido de la remontada y con un Hiercor-Goierri que por momentos veía esfumarse una fácil victoria en casa. Las canastas se sucedieron en ambos lados, aunque el equipo visitante iba acercándose poco a poco... hasta que se consiguió igualar la contienda. A partir de aquí, las diferencias de 1 a 2 puntos se alternaron el marcador, con dos equipos extenuados tanto física como mentalmente.
Con menos de un minuto para que finalizara el partido y con el marcador empatado, los azules decidieron alargar su ataque lo máximo posible, lo que provocó que el colegiado pitara pasivo pocas décimas antes de que acertaran desde la línea de tres. La grada rugía y el Aluminios Francisco Alberdi decidió que era el momento de asaltar el Aldiri: gracias a una jugada de equipo marca de la casa, Barbarroja consiguió una canasta bajo el aro y además forzó la falta. Con gran parte del público en su contra tuvo la sangre fría de encestar el tiro libre. Con pocos segundos para remontar 3 puntos, el Hiercor-Goierri perdió la bola en el saque y una nueva canasta del Aluminios certificó una épica victoria ante un gran rival. En la sección amarilla de la grada dio comienzo a una fiesta que poco después continuaron junto con los jugadores por los bares de Urretxu.
Desde aquí agradecemos a Saray por su labor con las estadísticas. También le agradecemos a Demi por haber montado todo un "fondo tifossi" en las gradas del Aldiri: pancarta, trompetas... Por supuesto, le agradecemos a Gonzalo "Rey del Ippon" Iza su trabajo con el reportaje fotográfico y su retransmisión del partido vía twitter. Mila esker danoi!
PODÉIS VER EL RESTO DE LAS FOTOS EN LA GALERÍA DE FLICKR: SUB23-GAINTXU
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